A finales de febrero, dos expertos rusos en ciberseguridad fueron condenados a prisión por cometer actos de traición no revelados. Se especuló, que estos expertos posiblemente filtraron información sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 en Estados Unidos. Pero la verdad es que hasta la fecha, poco se sabe sobre el caso.
Lo que sí sabemos es que Sergei Mikhailov, un ex oficial de inteligencia del Servicio de Seguridad Federal, o FSB, fue condenado a 22 años de prisión por ayudar a coordinar las asociaciones contra el delito informático con países occidentales, incluido Estados Unidos. Y Ruslan Stoyanov fue condenado a 14 años por su trabajo en la controvertida firma de ciberseguridad rusa Kaspersky Lab.
Y los abogados de la defensa revelaron a CNN que los dos hombres estaban siendo juzgados por cometer traición contra Rusia en nombre de los Estados Unidos. Así que es probable que Mikhailov y Stoyanov hayan sido juzgados por ayudar a Estados Unidos a investigar las violaciones de datos dirigidas a los servidores del Comité Nacional Demócrata y la campaña de Hillary Clinton.
Y aunque no fuera ese el caso, esta solo es una señal de que las tensiones entre Rusia y EEUU por motivo de ciberseguridad están en aumento. Rusia particularmente, no quiere que ninguno de sus hombres colabore con EEUU y esto solo tienta a Estados Unidos y al resto de occidente a saber qué ocultan los osos rusos.
Sin embargo, otra teoría que ha sido difundida por los medios acerca del juicio de Mikhailov y Stoyanov es que se trata de una venganza de Pavel Vrublevsky, quien fue condenado en 2013 por sus crímenes de ciberseguridad a nombre de su compañía ChronoPay. Mikhailov fue un testigo experto en ese caso, que terminó con la condena de Vrublevsky.
En febrero, Vrublevsky le dijo a CNN que había testificado en el caso contra Mikhailov y Stoyanov y que los dos hombres «son directamente responsables de la histeria cibernética que eventualmente irá hasta el escándalo de intromisión electoral».
Es bastante desconcertante en todo caso ver que un ciberdelincuente es tomado en cuenta por el Estado para confirmar las acusaciones contra otros dos ciberatacantes, que no están directamente relacionados con él. Con esto, el gobierno ruso sigue demostrando que los ciberdelincuentes son sus aliados más cercanos en este momento. Mientras tanto, EEUU busca diligentemente informantes que filtren información que pueda perjudicar a Rusia.
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