La guerra comercial y la guerra cibernética entre China y Estados Unidos continúa. Recientemente Huawei fue el objetivo de las medidas políticas de seguridad de Estados Unidos, y ahora en respuesta, China ha tomado medidas de ciberseguridad para defenderse.
En primer lugar, se han redactado reglamentos de seguridad cibernética que podrían ver bloqueadas las importaciones de tecnología de los Estados Unidos por motivos de seguridad nacional. Y ahora hemos conocido a través de Epoch Times, que China se está preparando para reemplazar el sistema operativo Windows con una alternativa que se está desarrollando dentro del país. Todo esto, a fin de evitar que EEUU hackee la red militar china.
El medio digital revela que en China se ha creado ya el Grupo de Liderazgo de Información sobre Seguridad de Internet (ISILG) para reemplazar a Windows, y el sistema UNIX, utilizado por el ejército chino. El ISILG forma parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) y obedece al mando del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh).
Es evidente que el entorno tecnológico es un espacio de tensiones para la seguridad nacional de ambos lados. Mientras que Occidente se ha vuelto cada vez más hostil hacia Huawei, la atención china se ha centrado en la tecnología de redes hecha en Occidente. Además, China cree que los controladores lógicos programables desarrollados por los alemanes utilizados en la mayoría de los sistemas industriales de control chinos representan riesgos para la seguridad nacional.
China basa sus temores de filtración de documentos y piratería a través de sistemas operativos como Windows, UNIX o Linux, en ejemplos del pasado que van desde el caso Snowden en 2013, hasta el malware de Shadow Brokers.
Y no es la primera vez que China busca reemplazar a Windows, seguramente todos ya habrán pensado en Linux. Sin embargo, ya han dejado por sentado que cualquier variación de Linux no cumpliría con los estándares del resumen de diseño seguro de ISILG. Lo que China quiere es construir un sistema operativo muy seguro que garantice protección contra los ataques occidentales, y quiere hacerlo desde la oscuridad.
«Claramente, China tiene la capacidad de desarrollo de tecnología«, dice Ian Thornton-Trump, jefe de seguridad de AmTrust International, «por lo que destinar los recursos a un sistema operativo seguro por defecto y que no sea de consumo tiene sentido«. Sin embargo, el experto aún lo ve como una respuesta perfecta para la lista negra de Huawei de los EEUU. Thornton-Trump concluye que «el patriotismo parece más favorable que el pragmatismo«.