Todos sabemos lo que son los desastres naturales, que no tienen piedad y afectan a un sin número de personas. Muchos los hemos vivido en carne propia y hemos visto cómo pueden hacernos sentir tan vulnerables. Otros quizás los hayan visto por la televisión, la prensa o el internet y se han asustado deseando que nunca tengan que pasar por algo así. Pues bien, parece ser, según el Foro Económico Mundial, que ahora los desastres cibernéticos son tan posibles como los desastres naturales. ¿Será esta comparación algo exagerada? En el siguiente post te decimos por qué hacen esta afirmación.
Por qué los desastres cibernéticos son tan posibles como los desastres naturales
Según el Foro Económico Mundial (WEF) es una comparación posible. Hace poco en su último análisis llegaron a la conclusión de que los riesgos a sufrir un ataque cibernético han ido en aumento, tanto así como para llegar a un punto crítico tan alto que se exige un incremento en los niveles de protección de la ciberseguridad.
Basado en las opiniones de casi 1000 personas encargadas de la toma de decisiones en distintos escenarios de forma mundial se estableció que los ataques cibernéticos podían tener un impacto global tan similar como los problemas de sequía en distintos países. El Informe de Riesgos Globales de 2019 del WEF también identificó la computación cuántica y la inteligencia artificial que hoy día están siendo tan emocionantes y receptivas como perturbadores, y señaló el riesgo de ciberseguridad como un problema importante y probable para las economías que ya tienen dificultades en todo el mundo.
Hasta hace poco eventos como como la crisis del agua, las armas de destrucción masiva, la pérdida de biodiversidad y el fracaso de la mitigación del cambio climático eran considerados como los problemas más impactantes de nuestro mundo, dejando al robo de datos y cualquier otro ataque cibernético en segundo lugar. Sin embargo todo esto ha cambiado.
Los ataques cibernéticos ahora están vinculados con tendencias como el aumento del nacionalismo, la creciente polarización de las sociedades, el cambio de poder y el aumento de la disparidad de ingresos y riqueza. Y, asimismo, están conectados a una serie de riesgos que incluyen ataques terroristas, profunda inestabilidad social, conflictos interestatales, fallas en la gobernabilidad nacional y las consecuencias adversas de los avances tecnológicos. Así como también cualquier otro tipo de fallas críticas.
El robo de identidad, por ejemplo se ha convertido en un dolor de cabeza agobiante. La mayoría de las personas sin ser expertas saben el riesgo potencial que corren a diario gracia a la digitalización y ahora con el desarrollo de la inteligencia artificial el modus operandi de los delincuentes digitales podrían incrementarse notoriamente para darle batalla a este nuevo nivel tecnológico.
«La vulnerabilidad potencial de la infraestructura tecnológica crítica se ha convertido cada vez más en un problema de seguridad nacional. Asimismo, el aprendizaje automático o la inteligencia artificial se están volviendo más sofisticados y prevalentes, con un potencial creciente para amplificar los riesgos existentes o crear nuevos» Esto dijo Borge Brende presidente de la WEF en su informe.
Este impacto continuará siendo grande en consideración a otros riesgos clave, el riesgo cibernético se posicionó en el contexto de los “bienes comunes globales” junto con temas como el cambio climático, la política del espacio exterior y la gestión de las regiones polares de la Tierra. El desafío de establecer normas que puedan aplicarse globalmente es una meta que puede estar cada vez más lejos.